Introducción
Ves un producto en televisión o lees una noticia en el periódico sobre un nuevo negocio y piensas: «a mí se me ocurrió primero» porque tuviste una idea para una app. Sí, pero se te han adelantado. En el mundo de las aplicaciones móviles ocurre lo mismo. Y como en otros ámbitos, la barrera del conocimiento es importante.
El catálogo de aplicaciones móviles disponibles en las tiendas de las diferentes plataformas es inmenso. Por eso, lo normal es pensar que está todo inventado. Pero las grandes oportunidades que ofrece este sector invitan a muchos a pensar que todavía hay margen en el mercado para nuevas ideas.
Pero, ¿son realmente nuevas? En ocasiones, han contactado con nosotros con una pregunta similar a ésta: «tengo una idea muy buena, pero no tengo ni dinero ni conocimientos técnicos para desarrollarla. ¿Qué puedo hacer?«.
La respuesta no es sencilla. En primer lugar, revisa bien el AppStore, Google Play y otros stores en busca de aplicaciones móviles que se parezcan a la tuya. Puede que la novedosa idea ya ocupe las primeras posiciones del ranking. Si en la búsqueda no has encontrado nada que se le parezca, puedes dar el siguiente paso.
Aplicaciones móviles: la fórmula del éxito
Por una lado, se podría decir que una idea prometedora sin capacidad para llevarla a cabo, no vale nada. Más o menos las ideas son como las palabras: tienen fuerza sobre el papel, se enriquecen cuando son entendidas y adquieren poder cuando cobran vida. Desgraciadamente, para convertir una idea sobre aplicaciones móviles en algo real, se necesitan unos conocimientos, o al menos contar con dinero para que alguien que sí tenga esa capacidad pueda desarrollar nuestro proyecto.
Tú eres el primero que tienes que confiar en tu idea, defenderla y saber venderla bien. ¿Serías capaz de pedir un préstamo o de invertir tus ahorros? Entonces ¡adelante! Con una buena idea puedes recuperar la inversión relativamente rápido. Si te planteas esta cuestión y tu respuesta es negativa, entonces no pierdas el tiempo. Puede que la idea no sea tan buena.
Si después de darle una pensada sigues convencido de que el proyecto de aplicaciones móviles que tienes entre manos es prometedor, tienes tres opciones:
– Hay desarrolladores independientes a los que puedes recurrir. Coméntales la idea de las aplicaciones móviles que tengas y negocia con ellos el modelo de negocio. Si el problema es la confianza, siempre puedes recurrir al NDA (Non Disclosure Agreement) para evitar que unos meses después veas que tu idea sí que era buena, pero ha tomado forma sin que tu nombre figure por ninguna parte.
– Encuentra una empresa de desarrollo de aplicaciones móviles que pueda acompañarte durante todo el proceso de creación de la app, la inversión será mayor pero te aseguras que el producto tenga una alta calidad y sea escalable. En Mobivery somos expertos en sacar todo el jugo a tu idea conceptualizando el producto mínimo viable y desarrollando una estrategia mobile first.
– Hazlo tú mismo. En el mercado existen múltiples herramientas para crear tus propias aplicaciones móviles sin necesidad de tener conocimientos de programación o diseño. Algunos ejemplos que puedes probar son Apps Builder o App Makr.
El sector de la movilidad no cierra las puertas a proyectos no profesionales y a diario surgen nuevas iniciativas para promover la entrada en el mercado de nuevos actores.
Como conclusión, piensa sobre esto
– Una idea solo vale cuando alguien está dispuesto a pagar por ella.
– Un producto es la suma de una idea más la ejecución. O como explica Derek Sivers, las ideas sólo son un multiplicador de la capacidad de ejecución: Si no hay idea ni capacidad para ejecutarla, no hay producto.